*La reconquista de Moscú se ha esparcido rápidamente por el continente, produciendo grande sensación. En Varsovia los maniquíes que hacen de magistrados con su conde Potocki a la cabeza se han llenado de un terror y pánico tales que les parecía a cada paso estar viendo entrar a los cosacos en la ciudad. Su primer cuidado fue cerrarlas y proclamear para tranquilizar (como pretendían) el espíritu del pueblo de modo que se mantenga alto.
*El pasado 6 de noviembre, llevándose los franceses a unos enfermos del hospital de Madrid, y estando ya en la calle de la Almudena, se acercaron unos paisanos al oficial conductor y le suplicaron que se compadeciese de los enfermos dejándolos en aquel sitio, entregados a la humanidad de los españoles, que los asistirían y cuidarían. Se enterneció el oficial, y vertiendo lágrimas de emoción por la generosidad de aquellos hombres, condescendió gustoso diciendo: «¡Oh, y qué buenos españoles sois!» Al instante se acercaron estos a los enfermos, quienes apoyados sobre los brazos y hombros que tan desinteresadamente se les ofrecían, fueron restituidos al hospital donde se les asiste y reciben la caridad que ellos mismos no han tenido con los pueblos de su tránsito desde Valencia.
*Entre antesdeayer y hoy entraron en el puerto las siguientes embarcaciones: de Portsmouth el transporte inglés Venus, con carbón; de Algeciras la barca inglesa Fortuna con tabaco; de Vinaroz el bombardero español Misericordia con aguardiente; de Estepona dos falucas españolas con frutas; y de Gibraltar y Algeciras seis barcos españoles con batatas, pasas y habichuelas.